
Foto de portada por っぽ
La fotografía no se trata solo de 'tomar fotos bonitas'. Hoy en día, vuelve a ganar atención un estilo conocido como 'Are, Bure, Bokeh'. Aunque estas fotos pueden parecer 'fallidas' debido a la falta de enfoque, el movimiento de la cámara o el desenfoque, tienen el poder de estimular la imaginación del espectador.
En este artículo, nos enfocamos en la técnica fotográfica que adopta deliberadamente la belleza de lo accidental. En una era dominada por lo digital, exploramos el atractivo de los 'errores intencionados'.

Foto por Yuya
La técnica fotográfica que convierte los 'fallos' en arte
En la década de 1970, 'Are, Bure, Bokeh' se destacó como un estilo vanguardista en la fotografía japonesa. Fotógrafos como Daido Moriyama y Takuma Nakahira buscaron capturar no solo la realidad del sujeto, sino también la ambigüedad de las emociones y los recuerdos.

Foto por ryuageng
Hoy en día, cuando cualquiera puede tomar fotos 'perfectas' con un smartphone o una cámara avanzada, el ruido intencionado y el desenfoque se han convertido en elementos que añaden personalidad y profundidad a las fotografías.
El valor de la desviación en 'Are, Bure, Bokeh'
'Are' (grano grueso), 'Bure' (movimiento de la cámara) y 'Bokeh' (desenfoque) fueron considerados defectos en la fotografía.
Sin embargo, los fotógrafos de la época los utilizaron activamente para añadir capas de emoción, caos y conflicto a sus imágenes. Técnicas como disparar sin mirar por el visor o manipular el revelado también se emplearon para aportar profundidad y dinamismo a la expresión visual.

Foto por 東-HIGASHI
La belleza no está en la certeza, sino en la 'inestabilidad'
'Are, Bure, Bokeh' no es solo nostalgia. Es un medio para cuestionar cómo vemos el mundo.

Foto por Yasu
En un mundo lleno de imágenes demasiado perfectas, capturar la incertidumbre de la mirada y el murmullo de las emociones se convierte en una filosofía fotográfica que sigue siendo relevante más allá de los movimientos del pasado.