
Cover photo by aoi
Las fotos que evocan el “verano” contienen algo más que paisajes o temperaturas. Detrás de una nube cumulonimbus, encontramos las tardes de nuestra infancia; en la sombra de un sombrero de paja, sentimos nostalgia. Las fotos pueden convertirse en “ventanas emocionales”.
En este artículo, exploramos por qué ciertas fotos se perciben como “veraniegas”, basándonos en la psicología del color y la cultura japonesa. Descubre claves para enriquecer la profundidad de tus expresiones fotográficas.

Photo by もーちょ
Los colores que despiertan recuerdos sensoriales
Los colores que más evocan el verano son el azul, el blanco y el dorado. Estos colores, asociados al mar, el cielo, la piel sudorosa y la luz del atardecer, están profundamente conectados con la psicología del color. El azul transmite tranquilidad y libertad; el blanco, pureza; y el dorado, pasión y aspiración. Nuestro subconsciente asocia estos colores con el verano.

Photo by Renon.
La “esencia del verano” es cultural
En Japón, elementos como los fuegos artificiales, los porches tradicionales y el canto de las cigarras forman parte del paisaje veraniego, y no se limitan a lo visual.

Photo by calm...
Aunque estos elementos no aparezcan directamente en una foto, su esencia puede estar presente en la composición, la luz o la atmósfera, evocando recuerdos en quienes las observan. En resumen, la “esencia del verano” es el punto donde la memoria cultural y lo visual se encuentran.
Busca tus propios “fragmentos de verano”
Expresar la “esencia del verano” en una foto es también un ejercicio de introspección, de conectar con tus propios recuerdos.

Photo by Jin
¿Qué olores, paisajes o momentos del día te hacen sentir el verano? Encontrar esas conexiones puede llevarte a crear fotos únicas. Captura tus recuerdos de verano de una manera que sea solo tuya.