Foto de portada por masato_a
Creadores apasionados por la fotografía comparten las historias detrás de sus cámaras. Cada "compañera fiel" refleja las perspectivas y valores únicos de su dueño. En esta edición, presentamos a masato_a, un usuario de la .
masato_a nos relata la historia de la cámara de su abuelo, la , y cómo a través del visor dialoga con los recuerdos.
Entre su creciente colección de equipos, una cámara destaca como especial: una antigua cámara de película heredada de su abuelo. A través de esta cámara llena de recuerdos, explora la esencia de la fotografía como forma de expresión.
Información básica sobre la <RICOH 500GS>
La es una cámara compacta de telémetro que se popularizó en las décadas de 1960 y 1970. Su cuerpo metálico robusto y su operación sencilla la hicieron querida tanto por principiantes como por fotógrafos experimentados. Las velocidades de obturación y la apertura se ajustan manualmente, y algunos modelos incluyen un fotómetro. El enfoque se realiza mediante el sistema de superposición de imágenes, que requiere práctica, pero una vez dominado, permite una experiencia de disparo intuitiva.
Recuerdos con mi abuelo
Mi primera cámara fue una de película que encontré cubierta de polvo en la casa de mis abuelos. Era la .
Según me contaron, era una cámara que mi abuelo usaba con mucho cariño para fotografiar a la familia y las flores del jardín. Su apariencia estaba bien cuidada, y la lente en excelente estado. Al abrir la tapa trasera, noté que se habían reemplazado los sellos de espuma, lo que demostraba cuánto la valoraba.
Como ya no la usaban, me la entregaron para que fuera su segundo dueño. Comparada con mi , esta cámara tiene una suavidad característica de las cámaras de película.
Mi primer telémetro
Otra característica fascinante de la es su mecanismo de telémetro, que permite enfocar superponiendo imágenes en el visor.
Al principio, me costó acostumbrarme y tomé muchas fotos desenfocadas, pero eso también fue parte de la diversión. Es compacta, fácil de transportar y perfecta para disparar de manera casual.
El placer de fotografiar y los colores
Cargar la película y tomar cada foto con cuidado. Terminar un rollo en poco tiempo y luego experimentar la emoción de recibir las fotos reveladas es algo inolvidable. Los tonos suaves y la atmósfera que produce esta cámara se adaptan perfectamente a mis gustos.
Pronto comencé a llevar la conmigo en mis viajes. Aunque ahora llevo una cámara conmigo todos los días, no recuerdo exactamente por qué empecé a fotografiar. Pero cada vez que sostengo esta cámara, siento que estaba destinado a enamorarme de la fotografía.
La cámara como puente de recuerdos
Una cámara no solo captura paisajes, sino que también conecta los pensamientos y el tiempo de las personas. Con esta cámara que mi abuelo me dejó, sigo capturando nuevos momentos de la vida.
Las fotos tomadas con la siempre serán especiales para mí. Creo que es porque los recuerdos de mi abuelo viven dentro de esta cámara.
Cada vez que presiono el obturador, siento que estoy dialogando con esos recuerdos.
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